El Olimpia paraguayo es el tercer equipo que más veces ha disputado la Copa Libertadores tras el Peñarol y el Nacional uruguayos. Además, también puede presumir de haber ganado la competición hasta en tres ocasiones, cosa que su rival en la final de la presente edición, el Atlético Mineiro, no puede decir. De hecho, los brasileños nunca habían llegado a una final hasta ahora.
Después de situarnos un poco, conviene decir que el Olimpia se ha impuesto en el partido de ida por un 2-0 que le otorga una importante ventaja para afrontar la vuelta en Belo Horizonte. Alejandro Silva anotó el primero en el minuto 23 gracias a un soberbio zurdazo y Wilson Pittoni fue el autor del segundo al ejecutar un excepcional lanzamiento de falta en el tiempo de descuento.
No está todo decidido
Los brasileños han vuelto a casa tocados. Tocados pero no hundidos. La magia de Ronaldinho y un ambiente infernal pueden ser claves el próximo miércoles. Eso sí, espero que los aficionados que acudan al Estadio Independencia se comporten civilizadamente, ya que en Paraguay el ex del Barça se ha visto obligado a recoger dos piedras del césped cuando se disponía a lanzar un saque de esquina.