Zlatan Ibrahimovic lo ha dicho muchas veces. No seguirá en el PSG cuando termine esta temporada. El suculento contrato que firmó en su día habrá llegado a su fin y las posibilidades de que renueve son mínimas. Digo mínimas porque tras conquistar una nueva Ligue 1 se atrevió a decir que continuará si son capaces de cambiar la Torre Eiffel por una estatua suya, algo que el dueño del club habrá consultado con las autoridades francesas teniendo en cuenta los piropos que le lanza siempre que puede.
El devorador de ligas
Tener a Ibra es sinónimo de éxito. Por lo menos en las competiciones domésticas, porque aunque todavía no sepa lo que es ganar una Champions League, ha conquistado trece de los últimos quince títulos ligueros que ha disputado si sumamos los dos que ganó en la Juventus y que posteriormente fueron anulados por el escándalo que fue bautizado como «Calciopoli».
Ha levantado copas en Holanda, Italia, España y Francia, pero todavía no ha saboreado las mieles del fútbol inglés, del que dicen que cuenta con los equipos más competitivos del mundo, teoría que año tras año se desmonta cuando empiezan a caer en la fase de grupos y en los octavos de final de la Champions.
Un veterano con las piernas muy frescas
Aunque algunos crean que a sus 34 años debería probar suerte en una liga exótica antes de retirarse, su espectacular rendimiento nos invita a pensar que todavía le queda fútbol en sus piernas (debe compartir pócima mágica con Aritz Aduriz). Es el máximo goleador de la Ligue 1 con 27 dianas y todavía puede llegar a ganar la primera Bota de Oro de su carrera deportiva, aunque el sistema de puntuación ponderada le perjudica porque en el campeonato francés cada gol vale 1,5 puntos, mientras que en Alemania, España, Italia, Inglaterra y Portugal cada gol vale 2 puntos.
Chelsea y Manchester United han llamado a su puerta
El caso es que la Premier League le ha lanzado el anzuelo. No ha sido el Manchester City que entrenará Pep Guardiola, desde luego, sino que tenemos que hablar de otros dos clubes que esta temporada han decepcionado a sus aficionados.
Uno es el Chelsea, que tras una temporada para olvidar tratará de renovar su plantilla de arriba abajo. Roman Abramovich está empezando a dibujar el boceto de su nuevo proyecto y en el mismo no aparece Diego Costa, que con toda probabilidad volverá al Atlético de Madrid. ¿Su sustituto? Podría ser Ibrahimovic, al que se dice que le han ofrecido dos temporadas a razón de 12,5 millones de euros por cada una de ellas, algo menos de lo que percibe actualmente en el PSG.
El otro aspirante es el Manchester United, y a decir verdad tiene más posibilidades que el Chelsea por la sencilla razón de que tendrá a José Mourinho como entrenador. El portugués y el sueco coincidieron en el Inter de Milán y guardan una gran relación, así que es un punto a favor que podría decantar la balanza a última hora.