Lío en el Real Madrid con Martin Odegaard. En el club se frotaban las manos pensando que sería un jugador imprescindible en el camino del Castilla hacia el ascenso a Segunda División, pero Zinedine Zidane se ha dado cuenta de que el noruego es más bien como una piedra en el zapato.
¿Por qué? Pues porque según dicen se niega a entrenar con el Castilla y solo lo hace en las vísperas de partido. Eso ha motivado un giro de 180 grados en su situación deportiva, puesto que ha pasado de ser titular indiscutible a no jugar ni un solo minuto en los dos últimos partidos.
Cuando no juega el equipo gana
Lo peor para él es que el equipo ha roto una racha negativa de cuatro partidos perdiendo. Cuando está sobre el césped los resultados no llegan, y en parte eso puede deberse a su falta de entendimiento con los que son sus compañeros. Por eso Zidane ha decidido le ha dejado en el banquillo desde que fue sustituido el pasado 22 de marzo en el encuentro que perdieron por 2-1 ante el Rayo Vallecano B.
Zidane intenta mediar
El francés se ha reunido con él y con su padre varias veces. Quiere hacerle entender que está muy bien entrenar con el primer equipo, pero que necesita estar al lado de los jugadores del Castilla para sentirse como uno más y dar el 100% de lo que lleva dentro. Imagino el mal rollo que habrá en el filial con un chico de 16 años que no quiere entrenar con ellos y que cobra unos 65.000 euros semanales. Es como para pillarle manía.
Un poco de paciencia no le vendría mal
Por contrato Odegaard debe entrenar cinco veces a la semana con los Cristiano Ronaldo y compañía, pero me temo que se está equivocando. Puede que la Segunda División B se le quede pequeña, pero debería ser paciente y esperar a que llegue su momento. Aunque de forma fugaz, hasta el gran Leo Messi tuvo que pasar por todas las categorías inferiores del Barça antes de compartir vestuario con Ronaldinho y compañía. Además, para la temporada que viene tiene ofertas para jugar en calidad de cedido en equipos como el Villarreal o el Celtic de Glasgow.