Dejando a un lado lo de Cristiano Ronaldo, al que se le veía muy feliz tras ganar al Espanyol 1-4 pese a perder la Liga, hay un madridista que celebró por dentro que los blancos llegaran a la última jornada sin opciones. Se trata del joven Martin Odegaard, que a sus 16 años está como loco por debutar con el primer equipo del Real Madrid.
Acarició el debut semanas atrás
Carlo Ancelotti podría convocarle para el último partido de Liga ante el Getafe. Es más, en Noruega están convencidos de que el italiano le dará unos minutos de gloria partiendo desde el banquillo. Ya estuvo a punto de hacerlo el pasado 29 de abril en el duelo liguero que les enfrentó al Almería, pero se lo pensó mejor y apostó por Nacho.
Sería el más precoz
El número 41 del Madrid tendrá 16 años y 156 días el sábado, por lo que se convertiría en el debutante más joven de la historia del club con diferencia. Superaría a Losada, que es quien ostenta el récord en estos momentos al debutar con 17 años y 6 días en 1984 por una huelga de futbolistas que le vino de maravilla.
Hay que decir que Odegaard ya sabe lo que es ser el debutante más joven de una liga nacional. En Noruega, la Tippeligaen no ha visto un estreno tan tempranero como el suyo, ya que jugó sus primeros minutos como profesional con la camiseta del Stromsgodset cuando solo tenía 15 años y 117 días.
En el Castilla no le han salido las cosas
Es mucha la expectación que ha sido capaz de generar, pero sus números en el Castilla no hablan tan bien de él. Fichó el pasado 22 de enero, cuando el filial blanco era colíder. Tras once partidos jugados, de los que solo han ganado dos, el equipo ha terminado sexto y se ha quedado fuera de la zona de playoff de ascenso. Además, solo ha aportado un gol y una asistencia y nunca ha llegado a congeniar con sus compañeros. Su elevado salario, de 1,2 millones de euros, no le ha ayudado. Tampoco la actitud que ha mostrado al no querer entrenar con el Castilla buscando un trato de favor que ha podido obtener gracias a alguna cláusula que firmó en su día.