La paciencia tiene un límite, y la de Nuno Espírito Santo se terminó tras la derrota que sufrieron en campo del Zenit de San Petersburgo. Fue entonces cuando el ya extécnico del Valencia decidió abandonar un proyecto para el que Peter Lim le había contratado. Antes de enfrentarse al Sevilla la decisión estaba tomada, y eso que el máximo mandatario del club valencianista hizo todo lo posible para que no se fuera.
Cansado de la afición
El portugués está harto del trato que le ha dedicado Mestalla. No solo a él, también a los que fueron sus jugadores. No quiere seguir escuchando la misma canción, es que dice «Nuno vete ya». Se ha convertido en todo un clásico desde que arrancó la temporada, así que dejará su puesto a otro entrenador que tendrá que escuchar lo mismo si no gana todos los partidos.
Los aficionados del Valencia, por lo menos los que acuden a Mestalla, son demasiado exigentes. Deben creer que su club es tan grande como el Barça o el Real Madrid. Todo lo que no sea ganar les parece mal y a la que el equipo se tuerce un poco el entrenador se convierte en el centro de todas las protestas.
Lo sabe Nuno, pero también lo saben Rafa Benítez, Claudio Ranieri, Quique Sánchez Flores, Unai Emery, Ernesto Valverde o Miroslav Djukic. Es imposible trabajar en un ambiente tan hostil. Es imposible ir todos a una cuando la afición te está diciendo de todo a la que pierdes tres o cuatro partidos.
En busca de un sustituto de garantías
Peter Lim trabaja a destajo para anunciar el nombre del nuevo entrenador esta misma semana. De momento son Phil Neville y Voro quienes se harán cargo del entrenamiento de este lunes. Todo hasta que conozcamos quién se sentará en uno de los banquillos más difíciles de Europa.
Por ahora no se descarta la opción de apostar por un hombre de la casa. Curro Torres, actual entrenador del Valencia Mestalla, podría tener la oportunidad de su vida. Eso si no analizan con lupa lo que está haciendo con el filial valencianista, que en estos momentos es penúltimo con 12 puntos de 45 posibles.
Sea como sea, quien sustituya a Nuno tendrá la difícil misión de lograr la clasificación para los octavos de final de la Champions League en la última jornada de la fase de grupos, algo que implica ganar al Olympique de Lyon y esperar la derrota del Gante ante el Zenit.