Nuevo batacazo del Valencia, esta vez en Liga. Si la derrota ante el Zenit en la primera jornada de la fase de grupos de la Champions escoció, lo de ayer en Barcelona todavía irritó más a los aficionados del Valencia, que esta vez no pudieron gritar eso de: «¡Nuno vete ya!».
Alegría en Cornellà-El Prat
El Espanyol no ha perdido la cabeza. Quedarse sin jugadores tan importantes como Sergio García o Kiko Casilla trastocó los planes de Sergio González, pero lo cierto es que han logrado salir a flote y ahora mismo viven instalados en la sexta posición de la clasificación con 9 puntos, lejos de los puestos de descenso.
Nuno está en el punto de mira
Por detrás está el Valencia, que con 6 puntos se aleja de los puestos de privilegio. Imagino que nadie en Mestalla veía al equipo como favorito para luchar por la Liga. Allí la exigencia siempre es máxima y deberían cambiar el chip. No creo que estén tan mal como para pedir la cabeza de Nuno. No deberían olvidar que con él lograron la cuarta posición la temporada pasada, lo máximo a lo que podían aspirar teniendo en cuenta que Real Madrid, Barça y Atlético de Madrid están muy por encima.
Gol de Víctor Álvarez y gran partido de Marco Asensio
Un solitario gol de Víctor Álvarez le dio la victoria a los catalanes. Llegó tras una falta lateral botada por Marco Asensio, que anoche debutaba en su nuevo estadio. El futbolista del Real Madrid cuajó un gran partido y sigue creciendo en Primera División. Va a ser uno de los pilares clave de este Espanyol. Por algo le despidieron con una sonora ovación.
¿Match ball en Mestalla?
El Valencia no fue capaz de reaccionar y se salvó de una goleada gracias a las buenas intervenciones de Jaume. No estuvieron a la altura y generaron más dudas sobre lo que son capaces de ofrecer. Por eso nadie sabe lo que pasará con Nuno, el principal culpable de toda esta historia para la mayoría de los aficionados. El partido de este viernes ante el Granada en Mestalla puede ser decisivo para el futuro del técnico portugués. Todo dependerá del nivel de nerviosismo de Peter Lim, que al final es quien tiene que mover el pulgar hacia arriba o hacia abajo.