¿Para qué quiere más con lo que cobra? Es lo que se preguntan muchos aficionados que a duras penas llegan a final de mes. Los futbolistas de élite viven a cuerpo de rey, sobre todo si se llaman Cristiano Ronaldo, Messi o Neymar. Este último se lleva unos 9 millones de euros por temporada y solo tiene 24 años, pero quiere renovar por todo lo alto y ya le ha dicho a Josep Maria Bartomeu que solo ampliará su vinculación si multiplican por cinco su salario.
Que nadie descarte un traspaso histórico
La cifra es escandalosa y en el Camp Nou hay más de uno que vería con buenos ojos su salida del club si su traspaso deja 180 millones de euros en las arcas. La idea ha ido cogiendo fuerza en las últimas semanas, ya que su rendimiento ha caído en picado y parece estar más preocupado por su renovación que por hacer bien su trabajo.
Es el que está peor del tridente
Sin duda alguna, sus flojas actuaciones han influido en las derrotas que ha sufrido el Barça en los últimos partidos. Luis Suárez, con más o menos acierto, sigue partiéndose la cara cada vez que salta al campo, mientras que Messi, que también ha estado desaparecido, volvió ayer para tirar del carro de un tridente que necesita a sus tres integrantes en plena forma para ser arrollador.
Completamente descentrado
A Neymar se le va a atragantar la renovación como siga así. Si el Barça no gana ni un solo título y a nivel personal ofrece su peor cara, apenas habrá partidarios de quintuplicar su sueldo de la noche a la mañana.
Creo que está mal asesorado y su padre es uno de los responsables de que piense más en el dinero que en otras cosas. Además, sus problemas con Hacienda le traen de cabeza, algo que tampoco se va a solucionar fichando por un club inglés. Allí, en un país donde la Justicia actúa con más contundencia, todavía se va a sentir más perseguido si se mueve al margen de la ley.
A todo esto, anoche perdió los papeles en el túnel de vestuarios. Le lanzó una botella a Antonio Barragán, que no olvidó lo que el brasileño le dijo mientras bailaba el día del 7-0 de Copa: «Tú a callar que cobro diez veces más que tú». El árbitro no lo reflejó en el acta, pero no es difícil creer que lo haya hecho teniendo en cuenta que su actitud no siempre ha sido ejemplar y está atravesando su peor momento desde que fichó por el Barça.