Muy malas noticias para el Athletic de Bilbao. Sabíamos que la lesión que sufrió Iker Muniain en el Ramón Sánchez Pizjuán iba a ser grave, pero no imaginábamos que le pudiera dejar siete meses apartado de los terrenos de juego.
El futbolista de Pamplona abandonó el verde en camilla y con claros gestos de dolor tras una acción que protagonizó junto a Éver Banega en la línea de fondo. Su rodilla izquierda no estaba bien, y hoy hemos podido saber que tiene roto el ligamento cruzado anterior.
Adiós a la final de Copa
Las pruebas médicas han confirmado una lesión que ni los más pesimistas querían pronunciar cuando se llevó las manos a la cara en la primera parte del duelo que protagonizaron Sevilla y Athletic. Ahora ya sabe que no podrá disputar las nueve jornadas que le quedan a la presente edición de la Liga, pero lo que más preocupa es la final de la Copa del Rey. Estará en las gradas del Camp Nou animando a los suyos, porque por desgracia no podrá pisar el césped para encarar a Jordi Alba o Dani Alves.