A David Moyes es probable que le hayan engañado. Eso o que no conoce muy bien la historia de un club que no tiene un presupuesto para fichar a grandes jugadores. Es verdad que la Real Sociedad se ha embolsado bastante dinero en los últimos años vendiendo a futbolistas como Asier Illarramendi, que fichó por el Real Madrid a cambio de 30 millones de euros. Sin embargo, no está en disposición de hacer grandes esfuerzos económicos.
Queridos Reyes Magos…
El técnico escocés está ilusionado. Por eso ha elaborado una lista de deseos de cara a la Navidad. Quiere aprovechar sus contactos y su conocimiento de la Premier League para traerse a dos hombres que podrían revolucionar el ataque del conjunto txuri-urdin.
Al de Bearsden le preocupa que su equipo sea uno de los menos goleadores de la categoría. Doce tantos en once partidos constituyen un bagaje muy pobre para una plantilla que fue confeccionada para coquetear con los puestos europeos una temporada más. Por eso quiere incorporar a Roberto Soldado y Ashley Young durante el mercado de invierno.
Dos actores secundarios en busca de protagonismo
Son dos jugadores que lo están pasando francamente mal esta temporada. Soldado solo ha disputado cinco partidos (tres como suplente) y todavía no sabe lo que es marcar en la actual edición de la Premier. Algo parecido le pasa a Ashley Young, que hasta la fecha solo ha pisado el césped en cuatro partidos, y en uno de ellos partiendo desde el banquillo. Louis van Gaal no confía mucho en él y lo más lógico es que busque una salida en los próximos meses.
¿Hay dinero para traerlos?
Hay dos motivos por los cuales es difícil pensar que ambos acabarán jugando en Anoeta. El primero tiene que ver con el precio de los traspasos. No son importantes en sus clubes, pero seguro que no se irán a precio de saldo (Soldado suena para el Sevilla y el Inter de Milán). El otro problema, no menos importante, es el que hace referencia a los sueldos de los futuribles. Son veteranos y cobran bastante bien, más de lo que la Real podría ofrecerles ahora mismo. Por eso creo que la única opción de verles por San Sebastián pasa por acordar cesiones ligadas a reducciones de sueldo.