Wayne Rooney, que ayer cumplió 31 años, podría tener los días contados en el Manchester United. Tras una docena de temporadas, 532 partidos y 246 goles, José Mourinho habló con él para recomendarle algo que nunca le habían dicho: dejar el club para jugar más.
No le ha convencido
No le puede garantizar un puesto en el once titular y le invita a hacer las maletas para no tener que recurrir a medidas drásticas. No quiere que salga tan mal como Bastian Schweinsteiger porque sabe que es un icono para los aficionados y merece todo el respeto del mundo.
Las ligas exóticas son su destino
El futuro de Rooney pinta mal tanto en Old Trafford como en la selección inglesa, con la que ya sabe lo que es ver un partido desde el banquillo sin tener molestias. Parece que su carrera deportiva se va apagando y es un buen momento para sopesar otras ofertas, como por ejemplo las que le llegan desde Estados Unidos y China, donde están muy pendientes de su situación.
En esos dos países, sobre todo en el gigante asiático, serán capaces de hacer frente a su astronómica ficha salarial. Rooney se embolsa 250.000 libras semanales y tiene contrato hasta el 30 de junio de 2019, así que no se va a despedir así como así del club que apostó por él cuando ni siquiera había cumplido los 20 años y brillaba en el Everton.
Puede superar a Bobby Charlton 40 años después
Espero que como mínimo aguante hasta final de temporada y pueda superar a Bobby Charlton en el ranking de máximos goleadores históricos del Manchester United. Lleva 246, tres menos que el mítico delantero inglés, al que ya ha superado como máximo goleador de la selección inglesa.
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