José Mourinho sigue aspirando al banquillo del Manchester United. Es cierto que Louis van Gaal cumplirá su tercer año de contrato como le prometió Ed Woodward en su día, pero podría hacerlo desde los despachos, ya que le van a ofrecer el cargo de director deportivo.
El holandés dejaría de pisar el césped y se encargaría de otras labores, como por ejemplo la de recomendar fichajes. Es una labor que no se le da nada bien si tenemos en cuenta lo mal que ha invertido las decenas de millones de euros que ha tenido a su disposición en las dos últimas campañas.
Ya saben lo que es trabajar juntos
Mourinho y Van Gaal ya coincidieron en el Barça (1997-98 y 1998-99) y mantienen una buena relación, así que no se va a producir un choque de trenes como el que se produjo en el Real Madrid cuando Jorge Valdano era el director deportivo. Supongo que la clave estará en delimitar las funciones que llevará a cabo cada uno para que no haya peleas.
El portugués no quiere esperar un año más para volver a entrenar y no le hace mucha gracia eso de entrenar en China o en Qatar. Tampoco está dispuesto a aceptar ofertas de clubes menores como el Fenerbahçe, así que está metiendo presión para terminar en el banquillo del Old Trafford en los próximos días.
Si el mandamás todavía tiene alguna duda sobre lo que tiene que hacer, puede que se resuelva tras el partido que disputarán este fin de semana ante el Crystal Palace. Si pierden la final de la FA Cup no habrá excusas. Van Gaal tendrá que apartarse del banquillo por razones obvias. Lo que no sabemos es lo que pasará con Ryan Giggs, que últimamente ha dejado caer que está preparado para entrenar a un equipo como en su día hizo Mourinho cuando decidió dejar de ser un mero ayudante.