José Mourinho está que se sube por las paredes. En la rueda de prensa previa al partido ante el West Ham no ha sonreído ni una sola vez. Ha aparecido muy serio y ha querido dirigirse a los medios de comunicación para mostrar su indignación por el vídeo que ha publicado recientemente ‘The Sun’.
Un incidente lamentable
En el mismo aparece empujando a un niño de 14 años que le estaba grabando. Considera que son sucesos que no deberían ver la luz porque no tienen nada que ver con el fútbol y solo tratan de herirle. Por eso, a partir de ahora, anuncia cambios en su forma de dirigirse a los periodistas:
Ya no conseguiréis más titulares y líneas divertidas sobre mí. Trataré a vuestros jefes de la misma manera que me tratan a mí, sin ningún respeto. No estoy hablando de fútbol. En el fútbol estoy preparado para ser criticado. No me gustan las cosas estúpidas que sacáis a la luz, ni tampoco de mi vida privada, así que ahora nos vamos hacia un nivel diferente de relación profesional.
Si fuera más educado no le pasarían estas cosas
Puede que tenga parte de razón, pero hay cosas que no puede negar. La primera es que no se puede empujar a un niño de 14 años. Es algo miserable. La segunda tiene que ver con un refrán. Concretamente con el que dice que donde las dan las toman. Mou se ha convertido en un especialista de las rajadas desde que fichó por el Chelsea por primera vez. Por eso debería acostumbrarse a encajar golpes bajos de vez en cuando. Si fuera como Carlo Ancelotti viviría en un mundo más amable, aunque tampoco sería «The Special One» y la prensa se moriría de aburrimiento con entrenadores como Manuel Pellegrini o Arsène Wenger.