El Real Madrid salió vivo del Ciutat de Valencia por los pelos. Un canterano, Álvaro Morata, tuvo que ser el protagonista de una noche que acabó con Cristiano Ronaldo en el banquillo antes de tiempo.
El Levante jugó muy agresivo, con la intensidad que le caracteriza. Apretó todo lo que pudo y más, achuchó al árbitro para que barriera un poco para casa y mordió siempre que pudo. Pese a ello, se dejó un punto en los últimos minutos.
El partido se jugó en unas condiciones poco propicias para la práctica del fútbol. Llovió mucho y el césped se inundó, pero eso no fue un impedimento para que se jugara.
Mucha intensidad, errores y goles
Nada más empezar el choque se produjo la jugada más comentada del fin de semana. David Navarro le dio un codazo tremendo a CR7 con toda la intención del mundo. El portugués tuvo que ser atendido de inmediato porque su ceja quedó seriamente dañada. Después, al descanso, tuvo que ser sustituido por problemas de visión.
Antes de irse a la ducha marcó para su equipo. Aprovechó un rechace dentro del área para fusilar a Munúa, que como siempre estuvo a la altura de las circunstancias. Con ese gol, y con mucha pelea sobre el césped, se llegó a la media parte.
Tras la reanudación el Madrid pudo sentenciar, pero no lo hizo y Ángel aprovechó la que tuvo. El delantero granota batió a Iker Casillas definiendo a las mil maravillas tras un pase de Obafemi Martins.
Después del gol el Madrid lo siguió intentando. La ocasión más clara la tuvo Xabi Alonso, pero falló un penalti y el marcador parecía que ya no se iba a mover. Todo hasta que apareció Morata. El joven delantero madrileño cabeceó muy bien una falta lateral lanzada por el propio Alonso. El debate de la cantera sigue abierto.