Ya nadie duda de la inversión que llevó a cabo el Real Madrid para hacerse con los servicios de Luka Modric. Costó unos 40 millones de euros y se convirtió en un galáctico más de Florentino Pérez, pero su rendimiento no convenció demasiado a José Mourinho y le dejó en el banquillo en demasiadas ocasiones. Prefirió optar por Sami Khedira y Xabi Alonso en el doble pivote, mientras que la mediapunta era para ese genio alemán que si no recuerdo mal se llamaba Mesut Özil.
Todo cambió en Old Trafford
El técnico portugués cambió de opinión tras la exhibición de Modric en Old Trafford. Un golazo suyo desatascó una eliminatoria que se había puesto cuesta arriba. A partir de entonces fue titular indiscutible en casi todos los partidos, rindiendo al nivel que se esperaba cuando aterrizó en Madrid procedente del Tottenham Hotspur.
Ancelotti lo tiene claro
Con Carlo Ancelotti se siente todavía más a gusto. Sabe que es titular indiscutible y se beneficia de la lesión de Xabi Alonso para jugar todos los minutos junto a un pivote más defensivo. Es más, a veces también se ha puesto el mono de trabajo para jugar como pivote defensivo junto a Isco, así que no solo es válido para repartir juego. De hecho, el año pasado ya lo demostró en el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League ante el Borussia Dortmund. Recuperó muchísimos balones y no bajó el ritmo pese al esfuerzo.
En estos momentos su compañero en el centro del campo puede ser Asier Illarramendi o Sami Khedira. Incluso se le ha visto cómodo jugando al lado de Casemiro. Tiene llegada, un buen disparo y la capacidad de poner el balón donde quiere para asistir a sus compañeros. Y lo que más me llama la atención: un toque exquisito con el exterior que debería patentar cuanto antes.