Miguel Pérez Cuesta, más conocido como Michu, abandonó el fútbol español en julio de 2012 tras una gran temporada en el Rayo Vallecano. Marcó 15 goles en Liga y eso despertó el interés del Swansea City, que abonó 2,6 millones de euros para hacerse con sus servicios.
En el conjunto galés lo bordó durante su primera temporada, en la que marcó 18 goles en la Premier League. Eso le abrió las puertas de la selección española, con la que llegó a disputar un partido oficial ante Bielorrusia en el que no fue capaz de ver puerta.
Dos años y medio muy difíciles
Hasta ese momento todo era muy bonito. Pensábamos que iba a ser un habitual de las convocatorias de ‘La Roja’, pero las lesiones le alejaron tanto de la selección como de los partidos de su equipo. Su segunda temporada fue para olvidar y a la siguiente se marchó al Nápoles en calidad de cedido. Las lesiones no le abandonaron y la 2015-2016 fue otra temporada en blanco, así que el Swansea no renovó su contrato y se quedó sin equipo.
Por suerte para él, tras pasar varios meses en el modesto Langreo de Tercera División recibió la llamada del equipo de su ciudad natal, el Oviedo. Fernando Hierro ha apostado por Michu, que ya es uno más en la plantilla. De hecho, ayer forzó la prórroga ante el UCAM Murcia con dos goles en los 10 últimos minutos del tiempo reglamentario. Finalmente acabaron perdiendo por 4-3.
Veremos si las lesiones le respetan y es capaz de volver al mismo nivel que le llevó a la selección. A sus 30 años no es un chaval, pero le quedan varias temporadas para demostrar que el gol es algo que se lleva en el ADN. Y qué mejor lugar para ello que en casa, donde empezó a golear antes de fichar por el Celta, el club que le dio la oportunidad de debutar en Primera División.