La selección mexicana sub 17 se proclamó por segunda vez en su historia campeona del mundo. Lo logró tras derrotar por 2-0 a Uruguay en una final en la que pasó menos apuros de los esperados. En semifinales había vencido a Alemania por 3-2, pero su rival asustaba más tras el 3-0 que le endosó a Brasil.
El primer tanto llegó en el minuto 31. Carlos Guzmán, el capitán, remató a placer en una jugada un tanto embarullada que supo resolver con un remate ajustado al palo izquierdo de la portería uruguaya. El gol de la sentencia llegó en el tiempo de descuento. Giovani Casillas culminó a las mil maravillas un contraataque que finalizó disparando con su pierna izquierda.
En lo que a galardones individuales se refiere, decir que el mexicano Julio Gómez se llevó el Balón de Oro como mejor jugador del torneo y el uruguayo Jonathan Cubero el Guante de Oro al mejor portero. En la final de consolación Alemania derrotó a Brasil por 4-3 en un partido loco.