Leo Messi lo quiere todo. Quiere LaLiga, la Copa y la Champions League. Quiere volver a saborear la gloria del triplete, la que ya degustó con Pep Guardiola y con Luis Enrique. Y claro, cuando se pone en modo ganador, ya sabemos lo que puede pasar.
Anoche, en el Benito Villamarín, el Barça tenía la oportunidad de dejar sentenciada LaLiga. El Atlético de Madrid cayó en San Mamés y los de Valverde sabían que los tres puntos eran decisivos. Por eso no se reservaron en absoluto y salieron a por todas desde el primer minuto.
No fueron goles, fueron obras de arte
Messi fue la gran estrella del partido porque firmó un ‘hat-trick‘. Sí, uno más. El argentino abrió la lata en el minuto 18 con un lanzamiento de falta magistral. La puso con potencia en la escuadra, evitando la estirada de un Pau López que acabó bastante desquiciado.
Justo antes del descanso Messi apareció de nuevo, pero esta vez lo hizo apoyándose en Luis Suárez, que le sirvió en bandeja el 0-2 con un fantástico taconazo que le habilitó a escasos metros de la línea de gol. Le bastó con poner la bota izquierda para batir al meta verdiblanco poniendo tierra de por medio.
Los aficionados del Betis se rindieron al talento de Messi
Tras la reanudación continuó el festival culé. Suárez se inventó un golazo al más puro estilo Ronaldo, marchándose de sus rivales con una facilidad pasmosa para establecer el 0-3 que sentenciaba la contienda. El Betis cogió aire con un buen gol de Loren, que superó a Ter Stegen con un gran remate en la frontal del área. Sin embargo, la reacción terminó muy pronto, porque Messi apareció una vez más para marcar un golazo que puso en pie al Villamarín, que le ovacionó como nunca antes le habían ovacionado en un estadio rival.