Leo Messi ha vuelto a demostrar quién es el mejor jugador del mundo. El astro argentino ha decidido el partido de ida de las semifinales de la Champions League anotando dos goles que pueden significar el pase del FC Barcelona a la final. El Real Madrid no ha sabido repetir el mismo partido que cuajó en la Copa del Rey y es por ello que deberá apelar a la heroica en el Camp Noy para darle la vuelta a la eliminatoria. El 0-2 se antoja muy complicado de levantar.
Wembley podría volver a cruzarse en el camino de los azulgrana. Allí ganaron su primera Copa de Europa (se llamaba así en aquel entonces) gracias a un excepcional gol de Ronald Koeman en la prórroga. Luego llegaron dos más, la de París ante el Arsenal y la de Roma ante el Manchester United. Precisamente con los ingleses podrían volver a verse las caras, puesto que ayer también hicieron sus deberes derrotando por 0-2 al Schalke 04.
José Mourinho planteó el mismo tipo de partido que en los dos últimos Clásicos. Decidió esperar al Barça atrás esperando a que en alguna jugada aislada pudiera llegar el gol de la victoria. Sin embargo, hoy los blancos no tuvieron tantas ocasiones de gol y los catalanes pudieron desmelenarse en la segunda mitad, sobre todo tras la expulsión de Pepe en el minuto 60. El central portugués vio la roja directa por cometer una plancha sobre Dani Alves que para mí fue de amarilla. Wolfgang Stark se había cargado la eliminatoria con una decisión errónea.
El Barça encontró más espacios y pudo practicar el fútbol que le gusta con más comodidad. El primer tanto de la noche llegó gracias a una gran jugada de Ibrahim Afellay, quien se marchó por velocidad de Marcelo y puso un centro en el área que fue aprovechado por un Messi muy oportunista que pasaba por allí sin hacer demasiado ruido. Era el minuto 76 y todavía faltaba por llegar el segundo, el de la sentencia.
El Madrid no tenía fuerzas para llegar arriba y el 0-2 estaba cada vez más cerca. Tanto que Messi se lo inventó con una jugada marca de la casa. Se fue como quiso de hasta tres futbolistas y cruzó el balón ante Iker Casillas con su pierna derecha. Era su undécimo gol en Champions, el que le corona de nuevo como el mejor jugador de la máxima competición europea. El partido estaba finiquitado y la eliminatoria puede que también.