El Barça empató anoche ante el Espanyol pero pudo llevarse los tres puntos en el tiempo de descuento. Pedro disparó a puerta con su pierna izquierda cuando lo tenía todo a favor para batir a Kiko Casilla. Sin embargo, apareció la mano izquierda de Raúl Rodríguez para evitar el tanto. Turienzo Álvarez y su asistente más cercano no fueron capaces de ver la infracción, motivo por el cual la jugada continuó para terminar poco después con un disparo desviado de Andrés Iniesta.
Tras el partido, el jugador blanquiazul reconoció de forma honrada que había tocado el balón con la mano:
Es mano, pero yo no soy el árbitro.