El Sevilla perdió en uno de sus mejores partidos. Gregorio Manzano por fin prescindió de músculo y tiró de futbolistas con calidad para armar un centro del campo creativo. Sin embargo, eso a veces no basta cuando haces regalos y tu rival tiene ese plus de suerte que tú no tienes. Si a eso le añadimos que a Luis Fabiano le anularon un gol legal y que el primer gol del Oporto no debió subir al marcador por fuera de juego, el resultado es que sales perdiendo por 1-2 y con la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Europa League muy cuesta arriba.
El público dio la espalda a su equipo en una noche fría que bien pudo ser de Champions League. Muchos seguidores del Oporto sí decidieron acudir al Ramón Sánchez Pizjuán para arropar a un equipo que todavía no conoce la derrota, ni en Portugal ni en Europa. El trabajo de su técnico, André Villas-Boas, también conocido como el nuevo José Mourinho, está siendo impecable.
El primer tanto del partido no llegó hasta la segunda mitad. Corría el minuto 58 cuando Rolando, un espectacular central, remató una falta lateral con su pierna derecha en posición de fuera de juego. Andrés Palop, que se quedó clavado en la portería, reaccionó rápidamente pidiendo que anularan el gol. Sin embargo, tanto el asistente como el colegiado del partido, Craig Thomson, dieron el visto bueno a la jugada.
El Sevilla no se vino abajo y creó buenas ocasiones de gol. Frederic Kanouté empató el partido siete minutos más tarde rematando de cabeza una falta lateral botada por Rakitic, ese gran jugador que llegó hace unas semanas procedente del Schalke 04. A continuación el propio Kanouté y Luis Fabiano tuvieron claras ocasiones de gol, e incluso Álvaro Negredo pudo poner el 2-1 en el marcador. Sin embargo, a falta de 5 minutos para el final los portugueses hicieron el segundo en una desafortunada jugada. Una pérdida en la zona de construcción y un mal entendido entre Sergio Sánchez y Palop terminó con el 1-2 definitivo obra del colombiano Freddy Guarín.
Remontar la eliminatoria no es imposible, pero la verdad es que pocos son los que van a apostar por que los de Manzano le den la vuelta en O Dragao.