Se va a cocer a fuego lento, pero esperan que el plato se pueda servir calentito antes de que sea demasiado tarde. A Gareth Bale le quieren dar un mordisco desde Inglaterra. El Manchester United está dispuesto a poner toda la carne en el asador para que vuelva a la Premier League. Sin embargo, el galés está atravesando un buen momento y es probable que haya cambiado la opinión que se formó cuando los aficionados le criticaban por su bajo rendimiento.
Amaga con volver a ser el Bale de la Premier
Está entonado de cara a puerta, corre más que nunca y se le ve enchufado. Ese compromiso es el que quiere recompensar Florentino Pérez, que siempre le ha tenido como uno de sus ojitos derecho (sí, tiene más de uno). De ahí que pagara algo más de 100 millones de euros para arrebatárselo al Tottenham, una cantidad que escondió y no estará del todo satisfecha hasta este año, que es cuando está previsto el pago del último de los cuatro plazos que firmaron con la entidad londinense tras un verano demasiado largo.
Firmaría hasta 2021
En estos momentos tiene contrato hasta el 30 de junio de 2019, un plazo cómodo para ponerse a negociar una ampliación con incrementos que contentarán a todas las partes implicadas. Bale pedirá más dinero y un contrato que se estiraría hasta 2021, mientras que el Madrid se asegurará una cláusula anti jeques. Si todo va como esperan que vaya en el Santiago Bernabéu, el galés estampará su firma durante el próximo verano.
Bien considerado
Pese a que su rendimiento no ha sido todo lo bueno que cabía esperar desde que aterrizó en la capital de España, el club le considera un potencial ganador del Balón de Oro y no se le descarta como líder del equipo cuando Cristiano Ronaldo abandone la casa blanca.
Sus continuas lesiones preocupan
Sea como sea, en lo que tiene que mejorar de inmediato es en el tema de las lesiones. Se ha perdido demasiados partidos desde que llegó y no creo que la culpa sea de los distintos preparadores físicos que ha tenido a su disposición. De hecho, llegó a echarle la culpa a los superdeportivos de la marca Lamborghini, algo que los directivos de la firma italiana debieron tomarse a cachondeo.