El bueno de Luis Enrique tardó nada más y nada menos que 50 segundos en contestar a una pregunta de la rueda de prensa que ofreció tras la dolorosa derrota ante la Juventus. El técnico español se quedó con la mente en blanco y meditó mucho su respuesta para no equivocarse. En Italia todavía se están mofando de ello.