Lucas Alcaraz ya es un trabajador más del Levante. Suponíamos que iba a ser el sucesor de José Luis Mendilibar y se han cumplido los pronósticos. El granadino se ha comprometido para lo que resta de temporada con un objetivo muy claro: salvar la categoría. Además, si lo consigue renovará su contrato por una temporada más de forma automática.
En estos momentos son penúltimos con cinco puntos, pero la salvación está a tiro de piedra. No es una situación crítica la que atraviesan, pero preocupa mucho la imagen que ha dado el equipo en este inicio de la temporada. Es el equipo más goleado y el que peor diferencia de goles ostenta.
Ya ordena
Ayer dirigió su primera sesión de entrenamiento y se mostró muy participativo. No se cansó de corregir errores y habló con los más veteranos de la plantilla para conocer cuáles son las carencias del equipo. A partir de ahí es cosa suya que la plantilla rinda a un nivel aceptable para salir de los puestos de descenso.
Sus cuatro próximos rivales
El calendario que tiene por delante el Levante no es demasiado esperanzador. Esta semana viajan a Balaídos para enfrentarse a un Celta que está en plena forma, y después reciben al Almería en casa. Acto seguido viajan al Ramón Sánchez Pizjuán y después se miden al Valencia como locales. Eso significa que ante el Celta y el Almería tendrán que hacerlo bien, porque con el Sevilla y el Valencia lo más lógico es que pasen muchos apuros.