Los jugadores más odiados del Barça

A finales de agosto publiqué un artículo con los jugadores más odiados del Madrid, así que hoy toca hablar de los jugadores más odiados del Barça. Lo prometido es deuda y por fin decido publicar el artículo que muchos madridistas estaban esperando para sentirse más comprendidos.

Podéis dejar vuestra opinión para decirme que no tengo ni idea y también podéis añadir los nombres de otros jugadores del Barça que caen bastante mal entre la afición merengue. Libertad total para publicar comentarios respetuosos.

Dani Alves

Es el rey de los aspavientos, un hombre muy temperamental al que no le importa echarse al público y a los árbitros encima. Alves es como es y nunca dejará de ser así. Su carácter tiene muchos aspectos positivos, pero también tiene otros que son capaces de desquiciar a cualquiera.

A los aficionados al fútbol no les suelen gustar los jugadores que siempre se queja, y Alves es uno de esos futbolistas que protesta cada jugada como si tuviera toda la razón del mundo.

Sergio Busquets

De no haber sido futbolista, seguramente se habría dedicado al teatro. Eso es lo que piensan muchos aficionados hartos de sus lipotimias. Busquets es un gran tipo y un excelente jugador, pero a veces se obsesiona con simular agresiones que no hacen honor a lo que se conoce como fair play.

Muchos aficionados del Madrid le odian, aunque cuando se enfunda una camiseta de ‘La Roja’ ya es uno más. Los que tienen más motivos para odiarle son los aficionados del Inter de Milán, ya que en aquella semifinal de Champions con José Mourinho protagonizó una escena de teatro por la que siempre se le recordará. Y menos mal que pasaron los italianos, que si no…

Pinto

Para terminar, José Manuel Pinto está en esta lista por culpa de sus famosos silbidos. Ha liado a más de un rival confundiéndolo con el pito de un árbitro. Por eso está en el punto de mira de quienes creen que eso no es juego limpio. Se le ve un tipo muy enrollado, uno de los mejores amigos de Leo Messi dentro del vestuario del Barça. Sin embargo, desde fuera hay quienes dudan de su comportamiento.