Los jugadores del Pontevedra CF ya no aguantan más. Les deben cinco meses y este pasado fin de semana se plantaron en su partido ante el Lugo, correspondiente a la última jornada de la primera vuelta del Grupo I de la Segunda División B. Fue una sentada que duró varios segundos, muy parecida a la que el Real Jaén protagonizó también hace unos meses.
El resultado final fue de 2-3 a favor de los visitantes, pero eso ya es lo de menos. Necesitan cobrar para poder vivir y la situación es tan tensa que no jugarán la semana que viene ante el Vecindario si no hay garantías de cobro. En estos momentos el equipo ocupa la decimoquinta posición, rozando los puestos de descenso.
Desde aquí queremos mandar un abrazo a todos los jugadores, pues es una situación muy desagradable que por desgracia se da con demasiada frecuencia en este tipo de categorías.