Feo, feo, feo. Lo que hicieron los jugadores de la selección española ayer fue lo último que se podía esperar de ellos. Vale que han firmado un Mundial lamentable porque físicamente estaban destrozados y no tenían ambición. Eso puede tener un pase. Pero lo que no se puede consentir es lo que le hicieron a los aficionados que se dejaron ver por la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas para animar a los campeones del mundo.
Por la puerta de atrás
Lejos de ver cómo pasaban uno a uno para enviarles mensajes de ánimo, los fans más incondicionales de ‘La Roja’ se toparon con uno de esos ninguneos que duelen. Los jugadores habían salido por la puerta de atrás, sin dar la cara, algo que sentó muy mal a todos los allí presentes, incluida una mujer que les esperaba desde las 10:30 horas:
Hemos perdido y tenían que haber salido a dar la cara. Nosotros estábamos ahí para darles nuestro apoyo, nos da igual, somos incondicionales. Se han confundido saliendo por la puerta de atrás.
Hay que saber perder
La indignación entre los allí presentes era comprensible. Hay que saber ganar, pero también hay que saber perder. En las derrotas se ve lo mejor y lo peor de cada uno, y algunos jugadores de la selección española han demostrado tener muy poco respeto por los que les permiten ganar millones de euros cada año, porque no hay que olvidar que el fútbol es un negocio que se sustenta gracias a aquellos que compran camisetas y entradas cuando apenas pueden llegar a fin de mes. Me refiero a los mismos que ayer se pintaron la cara con los colores de la selección con la misma ilusión que cuando España jugó la final del Mundial de Sudáfrica ante Holanda.