Desde que llegó a España demostró que estaba preparado para convertirse en uno de los mejores jugadores de la Liga. Dejó el Galatasaray de sus amores para probar suerte en el Atlético de Madrid, club que había pagado 13 millones de euros para hacerse con sus servicios. No era una locura de inversión, y menos teniendo en cuenta que tenía 24 años y andaba sobrado de talento.
Decisivo desde el primer día
Su adaptación fue rápida. No le costó mucho ganarse la confianza del Cholo Simeone, que pronto le consideró imprescindible. La afición se encariñó con su fútbol y el club fue sumando títulos en parte gracias a sus genialidades. Era un jugador que corría como los demás, pero que también podía hacer otras cosas que no estaban al alcance de cualquiera.
En su último año disputó 46 partidos y marcó 3 goles. No son muchos, pero el Barça no le ha fichado por su capacidad goleadora, sino por lo poco que le cuesta entenderse con otros peloteros y por la capacidad que tiene de dar el último pase. Lo puedes comprobar tú mismo a continuación viendo un vídeo con goles y regates que están grabados en la memoria de miles de colchoneros. Arda Turan es un tipo muy especial.