No se llevaron la eliminatoria porque estaba prácticamente imposible, pero a punto estuvieron de ganar en el Vicente Calderón, un campo que hasta hace poco era inexpugnable. L’Hospitalet salió al campo sin complejos e intentó ganar a un Atlético de Madrid plagado de suplentes. Solo los titulares Koke y Mario Mandzukic, que no podrán jugar el próximo partido de Liga por sanción, tuvieron la oportunidad de jugar desde el inicio.
Dobletes de Mandzukic y Alcaraz
El 0-3 de la ida invitaba a la relajación rojiblanca, pero Mandzukic se encargó de adelantar a los suyos en el minuto 19 tras aprovechar el rechace de un disparo con la zurda de Mario Suárez. Se quedó solo ante Craviotto y definió con acierto, aunque no colocó el balón en exceso.
Pasaban los minutos y el Atlético gozaba de algunas ocasiones claras. A L’Hospitalet le costaba mucho más llegar al área rival, pero se sentía más cómodo que en el partido que disputaron días atrás.
La sorpresa estaba reservada para la segunda parte. Rubén Alcaraz, uno de los mejores jugadores del cuadro catalán, se sacó de la chistera un disparo que al rebotar en un defensa rojiblanco despistó a Jan Oblak. El guardameta rojiblanco fue titular por primera vez en el Calderón, y la verdad es que no guardará muy buen recuerdo de su debut.
Eso pasó en el minuto 67, y poco después Mandzukic adelantó de nuevo a los suyos. Lo hizo como más le gusta, rematando un balón colgado al área al segundo palo. Se zafó de su marca y aprovechó el centro de Koke para arrancar los aplausos de los pocos aficionados que se dieron cita anoche.
Cuando parecía que el Atlético iba a ganar, L’Hospitalet nos sorprendió con idéntico protagonista. Alcaraz disparó desde muy lejos al ver ligeramente adelantado a Oblak y el meta esloveno no fue capaz de reaccionar a tiempo. Fue un golazo que seguramente despertará el interés de muchos clubes de Segunda División para contratarle la temporada que viene. De momento el chaval ya tiene su camiseta del partido guardada con la firma de todos sus compañeros y los jugadores del Atleti.
El 2-3 estuvo a punto de llegar cuando el partido agonizaba, pero Oblak se empleó a fondo en un balón que iba directo al fondo de las mallas. Los jugadores visitantes se lamentaron por la ocasión perdida, pero pueden estar muy orgullosos del partido que hicieron ante una de las mejores plantillas de España.