Pobre Rafa. Se ha hecho un nombre en el mundo del fútbol gracias a los títulos que ha logrado como entrenador, pero no por ello podemos decir que es un hombre querido en toda Europa. De hecho, en ocasiones ni siquiera le ha valido ganar competiciones para convencer a los aficionados.
Mal parado en el Chelsea, en el Valencia y en el Inter
Un claro ejemplo de ello fue su paso por el Chelsea. Muchos aficionados le dedicaron pancartas en contra solicitando el regreso de José Mourinho. El bombardeo contra su persona era tan constante como injusto y al final se alzó con una Europa League de la que muchos no quieren acordarse.
Tampoco salió muy bien parado años antes en el Valencia, donde acumuló pañoladas pese a ser campeón de Liga en dos ocasiones y conquistar una Copa de la UEFA. Y qué decir de su paso por el Inter de Milán, que acabó con su dimisión tras conquistar el Mundial de Clubes. Allí, Marco Materazzi no es el único que ha rajado del técnico madrileño en público.
El Madrid es todavía más difícil
Su paso por el Nápoles tampoco fue exitoso, aunque la afición no se le echó tan encima como en otras plazas. En el Real Madrid la cosa es distinta, porque la presión no tiene nada que ver con la que se vive en otros clubes y la exigencia siempre es máxima. Y si no que se lo pregunten a Carlo Ancelotti, que pasó de oler un contrato vitalicio a verse en el paro en cosa de seis meses.
Falta de feeeling con Cristiano
Afronta el mayor reto de su carrera como entrenador y lo hace con una plantilla excepcional, pero de momento se le echa en cara que el equipo no marca muchos goles. El 5-0 ante el Betis le permite respirar, pero todavía se habla de su relación con Cristiano Ronaldo, que al parecer no es la mejor.
Lo sabemos desde hace un buen puñado de semanas. No se les veía muy cómodos en pretemporada, y eso que Benítez se esforzaba por ser cariñoso y gracioso con el portugués, al que terminó alabando en rueda de prensa poco después de decir que era uno de los mejores jugadores del planeta. Rectificó y dijo que era el mejor, pero sus palabras no van a convencer a un CR7 que prefiere a otro tipo de entrenador. ¿Por qué? Pues tal vez porque le falta carisma, aunque creo que también le ha sentado como un tiro que Gareth Bale tenga más protagonismo. Solo hay que ver las ganas que puso en la celebración de los goles que lograron el pasado fin de semana…