Locura total a la que ya estamos acostumbrados en España. ¿Cómo puede ser que las entradas del Santiago Bernabéu sean el doble de caras que las entradas del Allianz Arena para ver el mismo partido de Champions? No me vale el argumento de que la vuelta se juega en la capital.
El Real Madrid, como suele ser habitual, ha perdido la cabeza por completo fijando unos precios escandalosos. La entrada más barata costará 80 euros y la más cara 295 euros, nada que ver con los 35 y los 150 euros que costarán la entrada más barata y la más cara en el campo del Bayern de Múnich.
Diferencias hasta en las entradas para el equipo visitante
No se libran ni los aficionados alemanes que viajarán con las entradas que estipula la UEFA para la afición del equipo visitante. Tendrán que abonar 80 euros para estar en el cuarto anfiteatro del Fondo Norte, mientras que los 3.800 seguidores madridistas que viajarán a Alemania pagarán 60 euros y no verán el partido desde tan arriba.
Donde menos cobramos y más pagamos
Da la sensación de que España es el país rico y Alemania el país pobre. Los precios de las entradas deberían ser como mínimo muy parecidos. Sin embargo, Florentino Pérez y sus secuaces saben que el estadio se llenará hasta la bandera, así que no les importa volver a dar el cante. Mientras haya gente dispuesta a pagar auténticas burradas por un partido de fútbol, seguirán subiendo los precios.
Al final solo podrán ir al campo los ricos
El fútbol hace tiempo que dejó de ser un deporte que cualquiera puede ir a ver. Con precios tan impopulares mucha gente no puede permitirse el lujo de ir a un estadio, o como mínimo no puede hacerlo todas las veces que le gustaría a lo largo de una temporada. Por eso la mejor opción pasa a ser la de quedar con unos amigos para verlo en casa o en el bar. Los precios que se piden para ver los partidos por televisión sí que son razonables teniendo en cuenta cómo está la economía.
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