La FIFA ha decidido castigar a dos de los árbitros que más la han liado durante el Mundial de Sudáfrica. A estas alturas ya no pueden haber errores garrafales como los que hemos podido ver en los partidos de octavos de final.
Tanto Jorge Larrionda como Roberto Rosetti se vuelven para casa antes de hora. El uruguayo se equivocó en el Alemania-Inglaterra no dando por válido un gol de Frank Lampard que rebasó claramente la línea de gol. Esa jugada condicionó el partido y los británicos se han quejado muy amargamente a lo largo de la semana.
El italiano no estuvo más acertado que su compañero. En el Argentina-México concedió el primer gol en posición de fuera de juego. Carlos Tévez pudo hacer el primero de sus tantos en una posición que era claramente ilegal, casi dos metros por delante del último defensor mexicano.
En estos momentos hay una selección de 19 colegiados que aspiran a arbitrar los partidos que restan para que termine el Mundial. Entre ellos se encuentra el español Undiano Mallenco, que también ha llegado a ser criticado. El gran favorito para pitar la final es el inglés Howard Webb, quien ya arbitró la final de la Champions League este año.