A estas alturas de temporada todos sabemos que el Leicester City no repetirá la proeza de ganar la Premier League. Lo del año pasado fue increíble y poco probable que volvamos a ver algo igual en los próximos 100 años.
Aunque se han clasificado para los octavos de final de la Champions League, el ambiente que se respira en los entrenamientos no tiene nada que ver con el que se respiraba meses atrás. Los malos resultados están perjudicando a la dinámica de un grupo que trata de no perder de vista el principal objetivo: evitar el descenso a la Championship.
Ranieri pierde los papeles
Claudio Ranieri, un tipo entrañable de los que suele sonreír cada vez que le entrevistan, ha sido grabado chillando a sus ayudantes. No sabemos exactamente por qué, pero es evidente que la situación del equipo está generando mucho estrés tanto a los jugadores como a los miembros del cuerpo técnico.
El Leicester City ocupa la decimocuarta posición con 16 puntos de 48 posibles. Solo han ganado 4 partidos y el descenso está a 4 puntos. Normal que los propietarios del club estén intranquilos, ya que descender a la segunda división tendría consecuencias muy negativas para un equipo que solo perdió a una de sus estrellas, el francés N’Golo Kanté.
Como la Champions League no vuelve hasta finales de febrero, el equipo se va a centrar en la competición doméstica para evitar una debacle antes de afrontar el histórico duelo ante el Sevilla, cuyo partido de ida se disputa en el Sánchez Pizjuán. Los andaluces son favoritos, pero este Leicester ya ha demostrado que es capaz de ganar a cualquiera.