La Roma quiere pescar en el Camp Nou. Les seduce la idea de fichar a Adriano Correia, un futbolista que no cuenta demasiado para Luis Enrique. Ya tantearon su contratación durante el pasado verano, pero al final se hicieron con los servicios de Ashley Cole, que llegó a la capital de Italia con la carta de libertad bajo el brazo procedente del Chelsea.
El problema es que no están contentos con el rendimiento del lateral inglés. Se las prometían muy felices, pero lo cierto es que todavía no se ha adaptado a la liga italiana. Por eso ya le han trasladado la preocupación al jugador, que no descarta dejar la Roma en enero para fichar por algún club de la Major League Soccer norteamericana. Los New York Red Bulls y los Orlando City ya se han interesado por él.
No es intransferible
Adriano tiene contrato con el Barça hasta el 30 de junio de 2017. Si dicho contrato terminara un año antes, las cosas serían más fáciles. De todas formas, no creo que los directivos romanos tengan problemas a la hora de negociar por él, ya que Luis Enrique apenas le está utilizando por motivos deportivos y de salud. No hay que olvidar que el brasileño tiene el carné de abonado a la enfermería. Es de los que siempre tienen molestias y eso le ha impedido ser titular indiscutible desde que llegó a la Ciudad Condal. Lo único que puede entorpecer su traspaso es la sanción de la FIFA al Barça, que como sabes le impide fichar en 2015.
La alternativa al fichaje de Adriano
Por si lo de Adriano falla, la Roma ya ha pensado en otro jugador de características similares. Se trata de Manuel Pasqual, futbolista italiano de la Fiorentina que acaba contrato el 30 de junio de 2015. Es una opción apetecible porque no tendrían que pagar nada por él a final de temporada, o como mucho negociar el pago de uno o dos millones de euros en enero. El problema es que tiene 32 años, demasiados como para pensar que es un lateral izquierdo de presente y futuro para los subcampeones de la liga italiana.