Se nota que el adiós de Neymar no fue un adiós cualquiera. Se fue un crack, un genio. Se fue un futbolista que marcaba las diferencias. No sé si decir que a los aficionados del Barça les dolió tanto como cuando Figo se fue al Real Madrid, pero es evidente que a nadie le gustó que el brasileño hiciera las maletas para jugar en el PSG.
La prensa, que confiaba en su continuidad, también se llevó un palo importante cuando se supo que jugará en Francia. De ahí que ahora algunos medios de comunicación le dediquen artículos todos los días.
Hakuna matata, vive y deja vivir
Hay uno que es especialmente pesado. No diré el nombre, pero creo que es fácil adivinarlo. Basta con entrar a la página web del periódico en cuestión para ver como tres o cuatro artículos sobre el PSG y sobre Neymar. Artículos que se pueden ver sin apenas hacer scroll en la página.
Están obsesionados y quieren cargar contra él y contra el equipo que se lo llevó, que al fin y al cabo no hizo nada que esté mal desde un punto de vista ético. Pagaron la cláusula de rescisión y le hicieron la ficha. Así de simple, así de legal.
Ahora que hay mal rollo en el vestuario parisino por culpa del pique que tuvieron Neymar y Cavani, están aprovechando para echar más leña al fuego. Hablan de un vestuario totalmente desestabilizado, de un Unai Emery que se siente incapaz de controlar a sus jugadores, de un Nasser Al-Khelaïfi preocupadísimo… Medias verdades y medias mentiras que no deberían interesar al aficionado culé. Neymar ya es agua pasada y no les queda otra que mirar hacia el futuro. Leo Messi y Luis Suárez siguen en plantilla y eso es lo que realmente importa. Eso y que Ousmane Dembélé demuestre que vale lo que han pagado por él.