La Premier League ha notado la crisis más que ninguna otra competición del mundo. El año pasado estableció un récord en fichajes durante el mercado de invierno con 262 millones de euros invertidos. Este año la cifra se ha reducido drásticamente, pues tan solo se han invertido 65 millones de euros.
Fichajes como los de Fernando Torres por el Chelsea y Luis Suárez por el Liverpool hicieron que el mercado se disparara la temporada pasada. En esta ocasión no ha sido así, los clubes han tenido que conformarse con lo que tienen y no han reforzado demasiado sus plantillas.
Un año más el Chelsea ha sido el que más dinero se ha gastado. En total ha invertido 24 millones de euros en las contrataciones de Gary Cahill (Bolton) y Kevin De Bruyne (Genk). Además, también han contratado al brasileño Lucas Piazón.
Otro de los clubes que más se ha reforzado ha sido el Queens Park Rangers, aunque la mayoría de operaciones han sido cesiones. Djibril Cissé (Lazio) y Bobby Zamora (Fulham) han llegado para reforzar el ataque del conjunto entrenado por Mark Hughes.
Del resto de grandes poco que decir. Al Arsenal han llegado Thierry Henry (New York Red Bulls) y Thomas Eisfeld (Borussia Dortmund), al Manchester United ha vuelto el veterano Paul Scholes, el Manchester City ha logrado la cesión del David Pizarro (Roma) y el Liverpool ha fichado a Jordan Ibe, un joven de 16 años que jugaba en el Wycombe Wanderers, colista de la League One.