La de veces que hemos escuchado decir eso de que en el fútbol la memoria es muy corta. Es un tópico en toda regla, pero qué tópico tan cierto.
Los aficionados y los presidentes de los clubes tienen poca paciencia. No se acuerdan de lo bueno que se hizo en el pasado y valoran a entrenadores y jugadores por el día a día. Para que me entendáis, en el fútbol no se puede vivir del pasado, no se puede vivir de las rentas porque éstas se esfuman en un abrir y cerrar de ojos.
Los buenos recuerdos desaparecen
A lo largo de la historia se han producido muchas situaciones injustas con profesionales que en su día estuvieron en un pedestal. De nada sirve lograr muchos títulos si al año siguiente no ganas nada. Eso lo saben quienes están en clubes de la talla del Real Madrid, el Barça o el Bayern de Múnich.
Donde tal vez tienen más memoria es en Inglaterra. Allí son más generosos con quienes se han dejado la vida por el club y han logrado algo importante. Podríamos decir que tienen más paciencia y su valoración va más allá del aquí y ahora. Todo lo contrario de lo que sucede en España, donde puedes pasar de héroe a villano casi sin darte cuenta.
A José Mourinho no le sirvió de nada ganar la famosa Liga de los récords con la que tanto se llenaba la boca cada vez que se le cuestionaba en rueda de prensa. Dejando a un lado que sus formas nunca han gustado, la afición fue injusta con él cuando no logró más que una Supercopa de España que supo a poco. Es verdad que en el Madrid la exigencia es máxima, pero también hay que saber valorar lo que se ha conseguido.
El lado bueno de la memoria corta
Por suerte, lo de que la memoria es corta también tiene su parte positiva. Y sino que se lo pregunten a Alexis Sánchez. El año pasado fue abucheado en multitud de ocasiones y todos los aficionados del Barça pidieron su traspaso durante el pasado verano. Ahora, tras su buen arranque de Liga, con golazo incluido en el Clásico, parece que ya nadie se acuerda de todos los insultos que le dedicaron bocadillo o puro en mano.
Adaptarse o morir
Así es el fútbol, y los futbolistas profesionales saben lo que hay. No se puede vivir el pasado y hay que trabajar muy duro cada semana. Lo bueno de que el calendario sea tan apretado es que te puedes resarcir de un mal partido tres o siete días después. Aunque claro, también puede pasar lo contrario. Puedes jugar un partidazo y salir ovacionado y en el siguiente partido la lías y te quieren cortar la cabeza. Por eso el «Cholo» Simeone lo está haciendo tan bien con su política del «partido a partido».