El Real Madrid salió derrotado del Juventus Stadium. No fue un partido plácido como algunos esperaban. Su rival no es un rival cualquiera. Es la Vecchia Signora, el equipo que ha conquistado el Scudetto en los cuatro últimos años.
Puede que no tenga jugadores tan galácticos, sobre todo con la ausencia de Paul Pogba, pero le sobra oficio y le basta con las genialidades de Carlos Tévez y el hambre de Álvaro Morata, que ayer fue uno de los mejores con diferencia.
Gol tempranero de Morata
El excanterano del Madrid vio puerta en el minuto 8 tras un disparo de Tévez que despejó Iker Casillas con mala fortuna. El balón le cayó en los pies y no lo desaprovechó en posición reglamentaria. Solo tuvo que empujarla y ya podía celebrar el 1-0, pero no lo hizo por respeto a la que fue su afición.
Era la segunda ocasión clara para los italianos. En el primer minuto ya se plantaron en la portería del Madrid aprovechando un mal despeje de Casillas, que le regaló el balón a un Marchisio que se la puso a Arturo Vidal en carrera. El chileno estuvo demasiado lento y Raphael Varane le robó la cartera jugándose el penalti.
Empate de CR7 y ocasión clarísima de James
Fueron 20 minutos de agobio. Los de Massimiliano Allegri estaban presionando la salida de balón y generaban peligro. Sin embargo, todo cambió en el minuto 27 cuando Cristiano Ronaldo empató la contienda. Lo hizo aprovechando un buen centro de James, que tras combinar con Dani Carvajal en banda derecha la puso en el área pequeña para encontrar al portugués.
A partir de ese momento se vieron los mejores minutos del Madrid, que pudo asegurarse media eliminatoria en una buena combinación por banda izquierda que acabó con un centro de Isco al área pequeña. Allí estaba James para empujarla con la cabeza, pero el balón iba tan fuerte que el colombiano no pudo dirigirlo a placer. Se estrelló en el larguero y salió disparado hacia fuera, donde Marcelo trató de aprovechar el rechace sin éxito.
Pillería de Tévez
Tras la reanudación el partido no cambió mucho. Cualquiera de los dos equipos podía marcar y el 1-1 también era un resultado probable. La Juventus no parecía dar síntomas de alegría en ataque y al Madrid le iba bien terminar el partido con ese marcador. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando un córner a favor de Carlo Ancelotti se convirtió en una contra letal.
La comandó Tévez, que encaró a Carvajal buscándole las cosquillas y se las encontró. El canterano le hizo penalti y Atkinson no se lo pensó dos veces a la hora de señalar el punto de penalti. Allí no falló el ‘Apache’, que con toda la tranquilidad del mundo disparó por el centro para engañar a Casillas.
Ni ChichaDios cambió el signo del partido
El Juventus Stadium se convirtió en una olla a presión y Ancelotti movió ficha para darle minutos a Chicharito. Retiró a Isco del césped y el mexicano trató de prolongar su buena racha. Apareció para ocupar el puesto que suele ocupar Karim Benzema y eso liberó a Cristiano y Gareth Bale, que hasta ese momento actuaron como delanteros.
Sergio Ramos estuvo horrible
Sergio Ramos es un gran central. Probablemente uno de los mejores del mundo. Sin embargo, en el centro del campo va más perdido que un pulpo en un garaje. Puede que recupere muchos balones, pero los pierde con una facilidad pasmosa. Sobre todo porque intenta hacer cosas que no se le dan del todo bien, como buscar cambios de orientación que cuando juega atrás le salen, pero que en el centro del campo no llegan a buen puerto. Creo que Ancelotti debería reflexionar de cara al partido de vuelta y optar por un centrocampista puro.
No será nada fácil remontar
En ese partido contarán con todo el apoyo de un Bernabéu que suspirará por un 1-0 como el que le endosaron al Atlético de Madrid en cuartos. Es lo que les sirve para llegar a la final de la Champions League que se disputará en Berlín. Lo malo es que la Juventus tiene mucho oficio y puede jugar con un muro formado por tres centrales de altura: Chiellini, Bonucci y Barzagli.
La semana que viene estará Karim Benzema y es probable que también vuelva Pogba. Los dos franceses tienen mucho que decir en una eliminatoria que se decidirá por detalles.