Uno de los clubes que más se ha meneado durante el mercado de fichajes ha sido la Juventus. La pérdida de pilares clave como Andrea Pirlo, Carlos Tévez y Arturo Vidal les obligaba a convocar decenas de reuniones, algunas de las cuales terminaron con éxito. Me refiero a las que provocaron la llegada de Sami Khedira, Mario Mandzukic, Simone Zaza, Paulo Dybala, Mame Baba Thiam, Hernanes, Alex Sandro, Neto y Alberto Cerri.
Problema en la mediapunta
Peor suerte corrieron con Marek Hamsik, el mediapunta que estaban buscando como locos tras las negativas de Isco y Oscar, que eran los favoritos en un principio. Más tarde también se habló de Julian Draxler, pero el alemán del Schalke 04 costaba mucho más de lo que los italianos estaban dispuestos a pagar. Por eso terminó fichando por el Wolfsburgo a cambio de 36 millones de euros.
El Nápoles quería monedas de cambio
La Juve ofrecía 25 kilos por el internacional eslovaco de 28 años, pero Aurelio de Laurentiis se negó a aceptar semejante cantidad si no incluían a Stefano Sturaro o Daniele Rugani en la operación. Obtuvo un «no» por respuesta y ahí se acabaron las negociaciones. Al final se decantaron por Hernanes, que no es tan buen jugador pero solo ha costado 13 millones.
Es una pena lo de Hamsik, que en mi opinión tiene talento suficiente como para jugar en un grande. Lleva muchos años en el Nápoles y cada vez está mejor. Ha alcanzado la madurez futbolística que le permite ser todo un líder dentro y fuera del campo. Además, la temporada pasada jugó 50 partidos y marcó 13 goles entre todas las competiciones, una cifra que no está nada mal tratándose de un centrocampista.