Michael Ballack se llevó una buena bofetada durante el partido que Alemania disputó ante Gales. El capitán germano le recriminó algo a Lukas Podolski y este le contestó con una torta que seguro que no le sentó nada bien. Pese a lo ocurrido, el seleccionador alemán, Joachim Löw, aseguró que no habrá sanción porque en el vestuario se arreglaron las cosas.
Son cosas que pasan. Ya lo hemos hablado en el vestuario y no habrá sanción de ningún tipo.
Por su parte, Ballack ha reconocido que esto no afectará en su relación con Podolski aunque ha dejado claro que no le ha gustado nada porque «hay que hacer lo que el capitán manda en el campo». El centrocampista del Chelsea considera que todavía es muy joven y por eso tiene que aprender y aceptar muchas cosas.
Las malas lenguas dicen que Ballack, un futbolista muy nacionalista, se dirigió a Podolski haciéndole un comentario despectivo sobre su nacionalidad, pues el delantero del Bayern es de origen polaco y nacionalizado alemán.