Dirk Kuyt no volverá a vestir los colores naranjas de la selección holandesa. El veterano futbolista de 34 años nacido en Katwijk aan Zee ha llegado a la conclusión de que ha llegado el momento de decir adiós a eso de escuchar el himno nacional antes de cada partido internacional.
Le ha costado mucho tomar esa decisión, pero estando en el ocaso de su carrera y pensando en los que vienen apretando desde abajo no le quedaba otra. Atrás deja 104 partidos con la Orange en los que ha marcado 24 goles. Ha disputado tres Mundiales y dos Eurocopas con más tragos amargos que dulces, más que nada por la final del Mundial de Sudáfrica que dejaron escapar en la prórroga.
Ya no soy internacional, pero sí un fan de la Orange. Considero que haber jugado para mi país es el mayor honor que hay y estoy agradecido de haber tenido la oportunidad. Voy a echar de menos todo, pero quizás lo que más va a ser la piel de gallina cuando suena el himno.
Así de diplomático y patriota se ha mostrado en unas declaraciones recogidas por el diario nacional De Telegraaf. Normal después de toda una década sintiéndose importante. Debutó con Marco van Basten en septiembre de 2004 ante Liechtenstein y desde entonces siempre ha sido importante para todos los seleccionadores.
¿El preludio de su retirada?
Ahora sus fans se tendrán que conformar con verle en el Fenerbahçe turco, su club actual club y probablemente el club de su retirada, ya que este año expira su contrato y con la edad que tiene podría pensar en colgar las botas.