En las próximas horas el Real Madrid y el Chelsea harán oficial un acuerdo que ya es total. Mateo Kovacic, que esta temporada ha jugado cedido en Londres, se quedará en Stamford Bridge definitivamente. Los ingleses pagarán 45 millones de euros y pasará a engordar la nómina de una plantilla que no puede crecer esta temporada, puesto que fueron sancionados por la FIFA y no pueden inscribir a nuevos jugadores. Pueden fichar, pero no inscribir, de ahí que en el caso del centrocampista croata no haya problemas.
Vuelve a sentirse importante
Kovacic ha tenido muchos minutos a las órdenes de un Maurizio Sarri que ha abandonado el Chelsea para entrenar a la Juventus. Ha demostrado que es un jugador de equipo muy válido para el centro del campo, a pesar de que en Inglaterra le echan en cara que solo ha dado una asistencia de gol. Tal vez sea porque ya no juega tan adelantado como lo hacía en el Inter de Milán, donde ocupaba la posición de mediapunta y pisaba área con asiduidad.
Kovacic no tuvo dudas a la hora de salir cedido el pasado verano y no ha tenido dudas a la hora de aceptar la oferta del Chelsea. En el Madrid no era feliz porque no jugaba, así que de nada le sirvieron las tres Champions League que ganó desde el banquillo (y desde la grada).
La operación salida continúa
Florentino Pérez necesita vender a jugadores y lo de Kovacic es un nuevo ingreso que sumar a la venta de Marcos Llorente al Atlético de Madrid. Como es lógico, habrá más ventas en los próximos días, ya que la plantilla en estos momentos es demasiado amplia y hay varios futbolistas que no cuentan para Zinedine Zidane, como es el caso de Gareth Bale o Dani Ceballos.