Un tipo tan pasional como Jürgen Klopp no lo debe estar pasando nada bien en casa. Lo suyo es estar en los terrenos de juego, celebrando goles y peleándose con el árbitro. Era un ídolo de la afición del Borussia Dortmund y estoy convencido de que también lo será en su futuro equipo.
Le viene bien seguir en Alemania
Más le vale no elegir España, porque aquí los proyectos se evalúan a corto plazo y le podrían caer palos por todas partes si no logra resultados. Lo mejor es optar por la Premier League, donde pueden presumir de récords de paciencia, aunque en su mente está volver a entrenar a un equipo de la Bundesliga, que es la competición que mejor conoce.
Como en Alemania solo hay un equipo por encima del Borussia Dortmund en estos momentos, su objetivo no puede ser otro que ir a un grande como el Bayern de Múnich. Allí le esperan con los brazos abiertos por si Pep Guardiola decide cambiar de aires, algo que tiene muchas posibilidades de ocurrir. Ya expliqué días atrás que su destino será el Manchester City con casi total probabilidad.
La marcha de Guardiola «no será el fin del mundo»
El presidente del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, habló sobre esa posibilidad dejando claro que no se acabaría el mundo si se quedaban sin Guardiola. Debe ser porque Klopp está en la recámara con unas ganas tremendas de pisar el Allianz Arena, donde se reencontraría con Robert Lewandowski y Mario Götze. Pienso que el joven mediapunta alemán no se ha movido porque debe tener información privilegiada sobre el hipotético fichaje de Klopp.
Para terminar, decir que carismático entrenador volverá a los banquillos sí o sí el próximo verano. Lo ha reconocido recientemente en Berlín, aunque todavía no ha desvelado cuál será su destino.