Carlos Kameni no está viviendo una situación muy agradable en el Espanyol. Tampoco sus pretensiones están cayendo nada bien a una afición que empieza a estar dividida con su continuidad. El portero camerunés finaliza contrato esta temporada y de momento se niega a renovar. Su objetivo es marcharse a un club con más aspiraciones, pese a que el Espanyol insiste en renovarle una y otra vez.
Tras el empate cosechado ayer en campo del Athletic de Bilbao por culpa de un golazo de chilena de Iraola (en el que Kameni falló al quedarse protestando un fuera de juego), esta mañana un aficionado que estaba viendo el entrenamiento le dijo que no hacia falta que renovara. Entonces Kameni se fue hacia él y le cogió por la pechera para decirle unas cuantas palabras:
¡Soy un profesional, respeta mi trabajo, respétame!
Posteriormente, sin hacer ningún tipo de declaraciones, se marchó de las instalaciones del Espanyol firmando autógrafos a otros aficionados. Parece que ya se había serenado.