Kaká volvió a sentirse futbolista poco más de seis meses después de sufrir tanto del pubis como de la rodilla. El crack brasileño, que no hay que olvidar que llegó a ser Balón de Oro, vuelve con muchas ganas de demostrar lo que vale. En su día se convirtió en uno de los fichajes más caros de la historia del Real Madrid y ahora quiere dejar claro que los cerca de 65 millones de euros que pagaron por él están bien invertidos.
El año pasado le vimos muy apagado, falto de confianza y tal vez limitado por esos problemas físicos que arrastraba desde que salió del Milan. Manuel Pellegrini siempre confió en él, pero lo cierto es que Rafael van der Vaart rindió más pese a tener menos protagonismo. Ahora con José Mourinho las cosas pueden cambiar, pues Gonzalo Higuaín se va a perder lo que resta de temporada y en Karim Benzema no confía mucho, por lo que Kaká puede convertirse en ese jugador que sirva para aportar un poco más de calidad al equipo. Tal vez con Cristiano Ronaldo como delantero centro, eso es algo que está por ver.
Ayer ante el Getafe tuvo 15 minutos que le supieron a gloria. Mourinho decidió darle entrada por Benzema con el resultado muy de cara, aunque finalmente el Madrid sufrió de lo lindo para llevarse los tres puntos del Coliseum Alfonso Pérez. Se mostró muy participativo y sus compañeros le buscaron, pero está claro que todavía tiene que coger esa chispa de velocidad que sólo te dan los partidos. Tiempo al tiempo, puede convertirse en el mejor fichaje de invierno.