Kaká ya no es del Real Madrid. Tras cuatro temporadas desastrosas en las que ha cobrado 40 millones de euros netos, el futbolista brasileño ha abandonado el Santiago Bernabéu sin dejar ni un solo euro en caja, y eso que costó 65 millones de euros.
Su destino no es otro que el Milan, donde regresa con cuatro años más y con un estado de forma que no se parece en nada al de aquel Kaká que ganó el Balón de Oro. Lo más increíble es que pese a ello cobrará 4 millones de euros netos por cada una de las dos temporadas que ha firmado, además de unos bonus que dependerán de su rendimiento.
El peor fichaje de la historia del Madrid tratará de ser importante en uno de los peores Milan que se recuerda. ¿Su objetivo? Estar en el Mundial de Brasil aunque solo sea para llevar las botellas de agua. Veremos si lo consigue (yo creo que no).