Kaká no debería seguir en el Real Madrid la temporada que viene. José Mourinho no confía en él y anoche no aprovechó los minutos que le dio el técnico portugués para demostrar su valía. Entró al terreno de juego en la recta final del partido ante el Bayern y pudo disputar toda la prórroga. Lejos de revolucionar el partido estando fresco, no mejoró en nada el juego de sus compañeros y se mostró excesivamente lento en varias acciones. Para postre, falló un penalti en la tanda decisiva.
La confianza de Kaká está por los suelos, lo mismo que sucede con su estado físico. No se parece en nada al que brillón con la camiseta del Milan y con la de la selección brasileña, motivo por el cual Florentino Pérez tiene que convencerle para que se busque otro equipo.
Este verano tendrá varias ofertas sobre la mesa, aunque lo más seguro es que el Madrid no reciba mucho dinero por el traspaso. Tiene 30 años y su rendimiento es cada vez más bajo, motivo por el cual Chelsea, Milan o Paris Saint Germain (algunos de los equipos que se han interesado por él) no querrán desembolsar más de 20 millones de euros.
El Santiago Bernabéu ya ha dictado sentencia dedicándole una sonora pitada en el partido de anoche. Definitivamente tendrá que hacer las maletas para volver a disfrutar del fútbol sintiéndose querido.