El FC Barcelona pudo derrotar con comodidad al Rubin Kazan en la última jornada de la fase de grupos de la Champions League. Pep Guardiola alineó a canteranos y a los menos habituales. Sin embargo, también se acordó de Leo Messi y le hizo jugar algunos minutos para disfrute de los pocos aficionados que decidieron acercarse hasta el Camp Nou.
El argentino volvió a demostrar que es el jugador más desequilibrante del mundo, algo que podéis comprobar en el siguiente vídeo. Corría el minuto 72 cuando protagonizó la mejor jugada del partido, marchándose de hasta cuatro rivales en un recital de fortuna y habilidad. Por desgracia, su atrevimiento no tuvo premio.