Japón ha vuelto a proclamarse campeón de Asia por cuarta vez consecutiva, logrando algo que ninguna selección había logrado hasta la fecha. Sin embargo, ha sudado mucho para derrotar en la final a Australia, combinado que parecía que se iba a llevar el trofeo a Oceanía por primera vez en la historia.
El partido ha tenido que decidirse en la prórroga. Corría el minuto 110 cuando Tanadari Lee, delantero del Japan Sanfrecce Hiroshima, se ha convertido en el héroe de la final anotando un gol que iba a ser definitivo. Ha aprovechado un error garrafal de la defensa australiana y no ha perdonado rematando de volea como un auténtico crack.