Sin varios jugadores importantes afrontó el Real Madrid el partido de anoche ante el Almería. El rival permitía hacer esos cambios que tanto se le han recriminado a Carlo Ancelotti, que al ser poco amigo de las rotaciones ha llegado al tramo final de la temporada con una plantilla demasiado mermada.
No estaban Iker Casillas, Dani Carvajal, Marcelo, Isco… Era el turno de los menos habituales, como por ejemplo Keylor Navas, Jesé o Asier Illarramendi. Este último, por cierto, se llevó una sonora pitada del Santiago Bernabéu cuando fue sustituido, ya que el partido que hizo fue algo más que flojo. El año que viene volverá a la Real Sociedad o se buscará otro equipo, pero lo que está claro es que no seguirá en la capital.
Zambombazo de James
El Almería se limitó a defender para llevarse algún punto por sorpresa y la cosa le salió bastante bien en la primera parte. No creó peligro, pero desactivó al Madrid y logró salir vivo hasta el minuto 45, que es cuando James Rodríguez se inventó una volea soberbia desde la frontal del área que superó a un Rubén que voló inútilmente.
Los aficionados corearon el nombre del colombiano, que desde que ha vuelto le ha dado otro aire al equipo. Lo hace fácil, pelea y cuando tiene la oportunidad hace algo importante. Asistir o marcar, da igual. En las botas de James hay la magia suficiente como para sorprender al rival.
Gol en propia puerta y gol de Arbeloa con cabreo de CR7
El segundo llegó tras la reanudación, cuando Jesé se la puso a Toni Kroos en la banda derecha y el alemán buscó a Cristiano Ronaldo con un centro raso. El portugués no pudo marcar porque Dos Santos introdujo el balón en su portería antes de que pudiera empujarlo a gol.
Ya en el minuto 84, con el encuentro totalmente decidido, Álvaro Arbeloa anotó el 3-0 definitivo rematando un centro que recogió en el segundo palo. Por ahí también andaba Cristiano, que se enfadó con su compañero por no haber sido él el autor del gol. Lamentable.