Los goles escasean en esta Eurocopa 2016 y para verlos hay que esperar demasiado en muchas ocasiones. Y si no que se lo pregunten a los franceses, a los españoles o a los italianos, que ya saben lo que es ganar en el último suspiro.
La selección dirigida por Antonio Conte se ha clasificado para los octavos de final del torneo gracias a un gol de Éder en el último minuto del partido que les ha enfrentado a Suecia.
Demasiada imprecisión
No han sido 90 minutos para enmarcar, aunque ambos equipos han tratado de ir al ataque con más o menos acierto. Italia porque se sentía en la obligación de llevar la iniciativa, no como sucedió ante Bélgica. Y Suecia porque tras el empate ante Irlanda en la primera jornada no podía conformarse con otro empate.
Con la novedad de Alessandro Florenzi por Matteo Darmian en el once inicial, la ‘Azzurra’ lo ha probado por el centro y por las bandas. Graziano Pellè ha entrado poco en juego y los centrocampistas italianos han optado por meter balones a las bandas sin crear demasiado peligro.
Los suecos han estado espesos y a Zlatan Ibrahimovic no se le ha visto el pelo. De hecho, le he llegado a ver con una actitud algo derrotista, tirando la toalla antes de que el árbitro pitara el final del partido. No se siente cómodo jugando con sus compañeros de selección, que evidentemente no le sirven los balones en bandeja como sí sucede en el PSG.
Buen gol de Éder
Así las cosas, solo un chispazo podía evitar el 0-0, y éste ha llegado en el último minuto. Giorgio Chiellini ha sacado de banda rápido, Simone Zaza ha amortiguado el balón con la cabeza como ha podido y Éder se lo ha llevado para encarar con calidad y velocidad. Ha dejado a Andreas Granqvist en el suelo con un amago y ha disparado con todo buscando el palo largo, haciendo imposible la estirada del veterano Andreas Isaksson.